Todo empezó par de días atrás. Estaba sentado frente al televisor de la sala, cuando mis abuelos -extrañamente vestidos- vinieron a despedirse de mí, supuse que iban a una fiesta de disfraces. Cuando salieron de la casa, me asomé a la ventana y los vi montarse en un taxi algo particular, no tanto por la forma del auto sino por quien lo conducía, ¡era Genn Simmons! Ese día no pude dejar de pensar en lo afortunados que eran mis abuelos.
Al día siguiente, Miguelito vino a jugar a la casa, estuvimos toda la mañana en el parque jugando al escondite pero él siempre ganaba porque tenía más ojos. Miguelito también era muy amigo de mi mamá. Cuando me iba a dormir, Miguelito y mi mamá se encerraban en el baño a rezar, supongo que como el baño es azul celeste y tiene eco los acerca más a dios, pero creo que mamá debería aprenderse otra oración, siempre reza “SI, DIOS – SI, DIOS” con demasiada fuerza.
Ese día soñé que mi casa estaba vacía, que todo lo que había en ella estaba afuera, mientras un hombre que parecía un chef cocinaba cartas y se las daba a un dinosaurio para que las repartiera. El sol estaba cansado de secar ropa y las nubes luchaban contra el calor, las personas ya no eran personas sino globos que estirados hacia el cielo trataban de ahorcarse. En eso me empiezo a sentir incómodo, algo quiere salir de mi, la veo allá al final, allá está, ojala haya papel. Me despierto desesperado, sudando, y me doy cuenta de que no estoy en mi cama, sino en la poceta del baño.
“Lo que hice el fin de semana”
Royer Luis Raimon Junior.
Al día siguiente, Miguelito vino a jugar a la casa, estuvimos toda la mañana en el parque jugando al escondite pero él siempre ganaba porque tenía más ojos. Miguelito también era muy amigo de mi mamá. Cuando me iba a dormir, Miguelito y mi mamá se encerraban en el baño a rezar, supongo que como el baño es azul celeste y tiene eco los acerca más a dios, pero creo que mamá debería aprenderse otra oración, siempre reza “SI, DIOS – SI, DIOS” con demasiada fuerza.
Ese día soñé que mi casa estaba vacía, que todo lo que había en ella estaba afuera, mientras un hombre que parecía un chef cocinaba cartas y se las daba a un dinosaurio para que las repartiera. El sol estaba cansado de secar ropa y las nubes luchaban contra el calor, las personas ya no eran personas sino globos que estirados hacia el cielo trataban de ahorcarse. En eso me empiezo a sentir incómodo, algo quiere salir de mi, la veo allá al final, allá está, ojala haya papel. Me despierto desesperado, sudando, y me doy cuenta de que no estoy en mi cama, sino en la poceta del baño.
“Lo que hice el fin de semana”
Royer Luis Raimon Junior.
2 comentarios:
creo que con dejarlo hasta "...en la poceta del baño." estaría mejor, no crees?
bueno, si el final no me gustaba mucho...
lo quito..
pero que piensas de la historia?
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